lunes, 31 de marzo de 2014

Exposición a la radiación

El tratamiento radioterápico puede causar una disfunción gusta- tiva por (1) alteraciones de las células gustativas, (2) lesión de los nervios gustativos, (3) disfunción de las glándulas salivales y (4) infecciones orales oportunistas (Della Fera y cols. 1995). No se han realizado estudios en el ámbito laboral sobre los efectos de la radiación sobre el sistema del gusto.

domingo, 30 de marzo de 2014

Fármacos y medicamentos

Numerosos fármacos y medicamentos se han relacionado con alteraciones del gusto (Frank, Hettinger y Mott 1992; Mott, Grushka y Sessle 1993; Della Fera, Mott y Frank 1995; Smith y Burtner 1994) y se mencionan en este artículo por su posible asociación a exposiciones profesionales durante el proceso de fabricación. Se han descrito alteraciones del gusto con los siguientes fármacos: antibióticos, anticonvulsivantes, hipolipe- miantes, antineoplásicos, psicofármacos, antiparkinsonianos, anti- tiroideos, fármacos para la artritis, para las enfermedades cardiovasculares y fármacos para la higiene dental.
El posible lugar de acción de los fármacos sobre el sistema del gusto es variable. A menudo, el fármaco es degustado directa- mente durante la administración oral; el sabor también puede corresponder al propio fármaco o a sus metabolitos después de excretarse con la saliva. Numerosos fármacos, por ejemplo, los anticolinérgicos o algunos antidepresivos, provocan sequedad oral y afectan al gusto por una presentación inadecuada de la sustancia sápida a las células gustativas a través de la saliva. Algunos fármacos pueden afectar a las células gustativas directamente. Como estas últimas tienen un alto índice de recambio, son especialmente vulnerables a los fármacos que interrumpen la síntesis de proteínas, como los fármacos antineoplásicos. Se cree también que puede existir un efecto sobre la transmisión de impulsos por los nervios gustativos o en las células ganglionares, o un cambio en el procesado de los estímulos en los centros gustativos superiores. Se ha descrito disgeusia metálica con el litio, posiblemente a causa de transformaciones en los canales iónicos de los receptores. Los fármacos antitiroideos y los inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina (p. ej., capto- pril y enalapril) son causas bien conocidas de alteraciones del gusto, posiblemente por la presencia de un grupo sulfhidrilo
(-SH) (Mott, Grushka y Sessle 1993). Otros fármacos con grupos -SH (p. ej., metimazol, penicilamina) provocan también altera- ciones del gusto. Los fármacos que afectan a los neurotransmi- sores podrían alterar también la percepción del gusto.
No obstante, los mecanismos de alteración del gusto varían, incluso dentro de la misma clase de fármacos. Por ejemplo, una micosis oral podría causar las alteraciones del gusto posteriores al tratamiento con tetraciclina. De forma alternativa, el aumento de la concentración de nitrógeno ureico en sangre, asociado al efecto catabólico de las tetraciclinas, puede provocar un sabor metálico o parecido al amoníaco.
Entre los efectos secundarios del metronidazol figuran una alteración del gusto, náuseas y una distorsión selectiva del sabor de las bebidas alcohólicas y carbonatadas. A veces se producen neuropatía periférica y parestesias. Se cree que el fármaco y sus metabolitos afectan directamente a la función de los receptores gustativos y a las células sensoriales.

sábado, 29 de marzo de 2014

CLASIFICACION INTERNACIONAL DE RADIOGRAFIAS DE NEUMOCONIOSIS DE LA OIT (III)

El debate, en particular el sostenido en la 7ª Conferencia Internacional sobre Neumoconiosis, que tuvo lugar en Pittsburgh en 1988, indicó la necesidad de mejoría en algunas partes de la clasificación, en particular las relativas a cambios pleurales. La OIT convocó en Ginebra en noviembre de 1989 a un grupo de debate para la revisión de la Clasificación Internacional de Radiografías de Neumoconiosis de la OIT.
Los expertos sugirieron que esta corta clasificación no era útil y que, por tanto, podía dejar de usarse. Con respecto a las anomalías pleurales, el grupo acordó que esta clasificación se dividiría a partir de ahora en tres partes: “Engrosamiento pleural difuso”; “Placas pleurales”; y “Obliteración del ángulo costofrénico”.
El engrosamiento pleural difuso podría dividirse a su vez en pared torácica y diafragma. Se identificaron con relación a las seis zonas: superior, media e inferior de ambos pulmones. Si un engrosamiento pleural es circunscrito, podría identificarse como una placa.
Todas las placas deben medirse en centímetros. La obliteración del ángulo costofrénico debe señalarse de forma sistemática (su presencia o ausencia). Es importante identificar si el ángulo costofrénico es visible o no, debido a su especial importancia en relación al engrosamiento pleural difuso. La clasificación o no de placas debe señalarse simplemente con un símbolo.
El aplanamiento del diafragma debe registrarse por un símbolo adicional, ya que es una característica muy importante en los casos de exposición al amianto. La presencia de placas debe registrarse en estos cuadros utilizando el símbolo corres- pondiente “c” (calcificada) o “h” (hialina).
En la publicación se presenta una descripción completa de la clasificación, incluidas sus aplicaciones y limitaciones (OIT
1980). La revisión de la clasificación de radiografías es un proceso que la OIT lleva a cabo de forma constante, y deberá publicarse una guía revisada en un futuro muy cercano (1997–1998), que tendrá en cuenta las recomendaciones de estos expertos.

viernes, 28 de marzo de 2014

Descripción de radiografías estándar.



jueves, 27 de marzo de 2014

Clasificación de 1980 de la OIT

La revisión de 1980 fue llevada a cabo por la OIT en coopera- ción con la Comisión de Comunidades Europeas, la NIOSH y el American College of Radiology. El resumen se muestra en la Tabla 10.15. Conservó el principio de anteriores clasificaciones (1968 y 1971).
La clasificación se basa en una serie de radiografías estándar, un texto escrito y una serie de notas (OHS Nº 22). No hay ninguna características que pueda observarse en una radiografía de tórax que sea patognomónica de exposición al polvo. El principio básico es que deben clasificarse todos los aspectos compati- bles con los definidos y representados en las radiografías estándar y la guía para el uso de la Clasificación Internacional de la OIT. Si el examinador considera que un aspecto está probable o claramente no relacionado con el polvo, la radiografía no debe clasificarse, pero debe añadirse un comentario apropiado. Las 22 radiografías estándar han sido seleccionadas después de ensayos internacionales con el fin de ilustrar las normas de categorías intermedias de profusión de pequeñas opacidades y para proporcionar ejemplos de las normas de las categorías A, B y C para opacidades grandes. Las anomalías pleurales (engrosamiento pleural difuso, placas y obliteración del ángulo costofrénico) también se ilustran en diferentes radiografías.


miércoles, 26 de marzo de 2014

CLASIFICACION INTERNACIONAL DE RADIOGRAFIAS DE NEUMOCONIOSIS DE LA OIT (II)

La condición más importante para usar este sistema de clasificación con un valor máximo desde un punto de vista científico y ético es la lectura, en todo momento, de las placas a clasificar haciendo una referencia sistemática a las 22 placas estándar proporcionadas en el juego de placas estándar de la Clasificación Internacional de la OIT. Si el lector intenta clasificar una placa sin hacer referencia a alguna de las placas estándar, no debe realizar ninguna mención del examen en relación con dicha Clasificación Internacional. La posibilidad de desviación respecto a la clasificación por exceso o por defecto es tan arriesgada que esta lectura no debe utilizarse, al menos para investigaciones epidemiológicas o para comparabilidad internacional de estadísticas sobre neumoconiosis.
La primera clasificación se propuso para la silicosis en la 1ª Conferencia Internacional de Expertos sobre Neumoconiosis, que tuvo lugar en Johanesburgo en 1930. Combinó las imágenes radiográficas y el deterioro de la funcion pulmonar. En 1958, se estableció una nueva clasificación basada únicamente en los cambios radiográficos (Clasificación de Ginebra, 1958). Desde entonces, se ha revisado varias veces, la última en 1980, siempre con el objetivo de proporcionar versiones mejoradas para usar de forma extensa con fines clínicos y epidemiológicos. Cada nueva versión de la clasificación propuesta por la OIT ha dado lugar a modificaciones y cambios basados en la experiencia internacional adquirida en el uso de clasificaciones previas.
Con el fin de proporcionar instrucciones claras para el uso de esta clasificación, la OIT presentó en 1970 una publicación titu- lada International Classification of Radiographs of Pneumoconioses/1968 en las Occupational Safety and Health Series (No. 22). Esta publicación se revisó en 1972 como ILO U/C International Classification of Radiographs of Pneumoconioses/1971 y de nuevo en 1980 como Guidelines for the use of ILO International Classification of Radiographs of Pneumoconioses, edición revisada
1980. La descripción de las radiografías estándar se incluye en la Tabla 10.14.

martes, 25 de marzo de 2014

CLASIFICACION INTERNACIONAL DE RADIOGRAFIAS DE NEUMOCONIOSIS DE LA OIT (I)

A pesar de todos los esfuerzos nacionales e internacionales dedicados a su prevención, las neumoconiosis continúan estando presentes en países industrializados y en países en vías de desarrollo, y son responsables de la discapacidad y el deterioro de muchos trabajadores. Esta es la razón por la que la Oficina Inter- nacional del Trabajo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y numerosos institutos nacionales para la salud y la segu- ridad profesional, continúan luchando contra estas enfermedades y proponiendo programas adecuados para su prevención. Por ejemplo, la OIT, la OMS y el Instituto Nacional para la Salud y la Seguridad Profesional de Estados Unidos (US National Insti- tute for Occupational Safety and Health, NIOSH) han propuesto en sus programas trabajar en cooperación en una lucha global contra la silicosis. Parte de este programa se basa en la vigilancia médica, que incluye la evaluación de radiografías de tórax para ayudar al diagnóstico de esta neumoconiosis. Este es un ejemplo que explica por qué la OIT, en cooperación con muchos expertos, ha desarrollado y actualizado de forma continua una clasificación de las radiografías de las neumoconiosis que proporciona un medio para registrar de forma sistemática las anomalías radiográficas torácicas provocadas por la inhalación de polvo. El esquema está diseñado para clasificar el aspecto de las radiografías de tórax postero-anteriores.
El objeto de la clasificación es codificar las anomalías radiográficas de las neumoconiosis de manera sencilla y reproducible. La clasificación no define entidades patológicas ni tienen en cuenta la capacidad para trabajar. Tampoco implica definiciones legales de neumoconiosis con fines de indemnización ni implica un nivel en el que sea aplicable una indemnización. No obstante, se ha comprobado que la clasificación tiene un uso más amplio de lo previsto. Actualmente se utiliza de forma extensa a nivel internacional para investigaciones epidemiológicas, para la vigilancia de esas profesiones industriales y con fines clínicos. El uso de este esquema podría conducir a una mejor comparabilidad internacional de las estadísticas sobre neumoconiosis. También se utiliza para describir y registrar, de forma sistemática, parte de la información necesaria para valorar las indemnizaciones.

lunes, 24 de marzo de 2014

Signos y síntomas

La infección aguda de los huesos largos va acompañada de fiebre, escalofríos y dolor óseo. La osteomielitis espinal puede ocasionar síntomas más vagos, con dolor progresivo y febrícula. Las infecciones alrededor de una prótesis ocasionan dolor e hiperestesia al movilizar la articulación intervenida.

 Final SISTEMA MUSCULOSQUELETICO