domingo, 31 de agosto de 2014

Conclusiones Las infraestructuras de salud en el trabajo están insuficientemente desarrolladas (II)

Hay diversos modelos disponibles para la organización de servicios de salud en el trabajo y la creación de las correspon- dientes infraestructuras. La elección debe venir determinada por las características de la empresa, la disponibilidad de recursos en términos de finanzas, instalaciones y personal cualificado, los tipos de problemas previstos y los recursos disponibles en la comunidad. Es necesaria una mayor investigación sobre la adecuación de los diversos modelos a las distintas situaciones.
La prestación de servicios de salud en el trabajo de alta calidad suele requerir la intervención de una amplia gama de disciplinas de salud y seguridad, sanidad general y psicosocio- logía. El servicio ideal contaría con un equipo interdisciplinario en el que estuvieran representadas varias de estas disciplinas. No obstante, incluso este tipo de servicio necesita recurrir a fuentes externas cuando se requieren especialistas poco habituales. Pare hacer frente a la necesidad creciente de especialistas debe contratarse a un número suficiente de ellos, formarles y propor- cionarles la especialización en este campo necesaria para una eficacia óptima en el mundo laboral. Debe fomentarse la colabo- ración internacional para la recolección de la información disponible, el diseño de su aplicación en distintas circunstancias
y su difusión a través de redes ya establecidas muy promocionadas.
Las actividades de investigación en la materia han estado tradicionalmente centradas en áreas como la toxicología, la epidemiología y el diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud. Se necesitan más investigaciones sobre la eficacia de los diversos modelos y mecanismos de prestación de servicios de salud en el trabajo, su eficiencia en términos de coste y su adap- tabilidad a las diferentes situaciones.
Los servicios de salud en el trabajo tienen diversas metas y objetivos, algunos de los cuales pueden requerir una reconside- ración, dado el constante cambio del mundo laboral, por parte de los organismos internacionales más autorizados y a la luz de los nuevos problemas en este campo y los nuevos modos de promover y proteger la salud de los trabajadores.
Los Convenios y Recomendaciones de la OIT sobre salud y seguridad en el trabajo, los planteamientos y normas que en ellos se establecen, las estrategias y resoluciones de la OMS y los programas internacionales de ambas organizaciones constituyen una sólida base para el trabajo en el ámbito nacional y para mejorar la cooperación internacional con el fin de desarrollar y perfeccionar los servicios y la práctica de la salud en el trabajo. Estos instrumentos y su correcta aplicación son especialmente necesarios en todo el mundo en la fase actual de rápido cambio de la vida de trabajo, de aplicación de nuevas tecnologías y de existencia de un riesgo creciente de establecer objetivos mate- riales y económicos a corto plazo con carácter prioritario sobre los valores de la salud y la seguridad.



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