jueves, 12 de junio de 2014

Traumatismos craneales

Los traumatismos craneales pueden alterar el olfato por: (1) lesión nasal con cicatrización del neuroepitelio olfatorio, (2) lesión nasal con obstrucción mecánica a los olores, (3) desgarro de los fila- mentos olfatorios, y (4) contusión o destrucción de las zonas del cerebro responsables de las sensaciones olorosas (Mott y Leopold 1991). Aunque los traumatismos son un riesgo en nume- rosos contextos profesionales (Corwin, Loury y Gilbert 1995), la exposición a ciertos agentes químicos puede aumentar este riesgo. En un 5-30 % de los pacientes con traumatismos craneales se producen pérdidas de olfato que pueden aparecer sin ninguna otra alteración del sistema nervioso. La obstrucción nasal a las sustancias olorosas puede corregirse por medios quirúrgicos, salvo en los casos que se asocian a una cicatrización intranasal significativa. No hay otras alternativas terapéuticas disponibles para los trastornos del olfato producidos por los traumatismos craneales, aunque es posible la recuperación espontánea. A veces los pacientes mejoran con rapidez al disminuir la hinchazón en el área de la lesión. Si se han desgarrado los fila- mentos olfatorios, es posible la regeneración de las fibras nerviosas y la recuperación gradual del olfato. Aunque esto ocurre en los animales en un plazo de 60 días, se han descrito mejorías en seres humanos hasta siete años después de la lesión. Las parosmias que se desarrollan según se recupera el paciente de las lesiones pueden indicar el nuevo crecimiento del tejido olfatorio y anunciar una normalización parcial de la función. Las parosmias que se producen en el momento de la lesión o poco después es más probable que se deban a una lesión del tejido cerebral. Las lesiones cerebrales no se reparan y no cabe esperar una mejoría de la capacidad olfatoria. Las lesiones del lóbulo central, la parte del cerebro relacionada con la emoción y el pensamiento, son más frecuentes en los traumatismos craneales con pérdida del sentido del olfato. Los cambios que se producen en los patrones de relación social o de pensamiento pueden ser sutiles, pero de consecuencias familiares y profesio- nales negativas, por lo que en algunos pacientes está indicado realizar pruebas y tratamientos neuropsiquiátricos formales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario