viernes, 16 de mayo de 2014

Dotación de personal para el servicio de salud en el trabajo (I)

Tradicionalmente, el servicio de salud en el trabajo está integrado exclusivamente por un médico especializado en la materia o bien por un médico y una enfermera, quienes, tal vez junto con un higienista industrial, son designados como personal “básico”. Las disposiciones más recientes, no obstante, exigen que siempre que sea posible el personal de salud en el trabajo tenga una composición interdisciplinaria.
El personal puede ampliarse hasta constituir un equipo inter- disciplinario completo, dependiendo del modelo de servicio, la naturaleza del sector y los tipos de trabajo en cuestión, la dispo- nibilidad de los diversos especialistas o de los programas para su formación y la cantidad de recursos económicos disponibles. Cuando no se incluyen en la plantilla, los puestos complementa- rios se cubren en ocasiones mediante servicios externos de apoyo
(OMS 1989a, 1989b). Puede tratarse de ingenieros de seguridad, fisiólogos del trabajo, ergonomistas, fisioterapeutas, toxicólogos, epidemiólogos y educadores sanitarios. La mayoría de ellos no suelen formar parte del personal a tiempo completo del servicio de salud en el trabajo y participan a tiempo parcial o “según necesidad” (Rantanen 1990).
Dado que las necesidades cuantitativas de personal de un servicio de salud en el trabajo varían ampliamente dependiendo de la empresa, del modelo organizativo y de los servicios prestados, así como de la disponibilidad de servicios paralelos y de apoyo, esta variable no puede establecerse de forma categórica (Rantanen 1990; Rantanen, Lehtinen y Mikheev 1994). Por ejemplo, 3.000 trabajadores de una gran empresa necesitan un personal más reducido que el que se precisaría para prestar la misma gama de servicios a 300 lugares de trabajo con 10 traba- jadores cada uno. Se ha señalado, no obstante, que la propor- ción habitual actual en Europa es de un médico y dos enfermeras para atender a entre 2.000 y 3.000 trabajadores. Las cifras varían mucho, entre 1 por cada 500 y 1 por cada 5.000 trabajadores. En algunos países, la empresa adopta las deci- siones de dotación de personal en función de los tipos y volú- menes de servicios prestados, mientras que en varios otros países están legalmente establecidos el número y composición del personal. Por ejemplo, una reciente norma de los Países Bajos exige que el equipo de salud en el trabajo conste de al menos un médico, un higienista, un ingeniero de seguridad y un especia- lista en relaciones laborales (Orden Ministerial de 1993 sobre Certificación de Servicios SHW y Requisitos de Especialización de los Servicios SHW)

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