domingo, 13 de abril de 2014

Elección de un modelo de servicio de salud en el trabajo

La decisión primaria de establecer o no un servicio de salud en el trabajo puede venir determinada por la ley, por el contrato entre la dirección y los trabajadores o por la preocupación de la direc- ción por la salud y la seguridad de éstos. Aunque la conciencia del valor que tiene un servicio de salud en el trabajo para el mantenimiento del aparato productivo induce a muchas empresas a la prestación de estos servicios, otras veces influyen consideraciones económicas, tales como el control del coste de las prestaciones indemnizatorias a los trabajadores, la evitación del absentismo por enfermedad y la discapacidad, la jubilación anti- cipada por causas sanitarias, las multas reglamentarias, las recla- maciones judiciales, etc.
El modelo de prestación de servicios de salud en el trabajo puede venir prescrito por normas legales o reglamentarias, ya sean de carácter general o exclusivamente aplicables a determi- nados sectores. Este suele ser el caso del modelo de seguridad social, en el que las empresas clientes no tienen otras opciones.
En la mayoría de los casos, el modelo elegido viene determi- nado por factores tales como el tamaño de la mano de obra y sus características demográficas, el tipo de trabajo que realizan y los peligros del lugar de trabajo a que se enfrentan, la ubicación del lugar de trabajo, el tipo y calidad de los servicios sanitarios disponibles en la comunidad y, tal vez lo más importante, la holgura económica de la empresa y su capacidad para prestar el apoyo económico necesario.
En algunos casos la empresa crea un servicio mínimo que va ampliándose y multiplicando sus actividades a medidas que demuestra su valía y consigue la aceptación de los trabajadores. Son pocos los estudios comparativos realizados hasta el momento sobre el funcionamiento de los diversos modelos de servicios de salud en el trabajo en diversas circunstancias.

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