jueves, 25 de julio de 2013

Control biológico (I)

Los biomarcadores son alteraciones moleculares, bioquímicas o celulares que pueden medirse en medios biológicos como tejidos, células o fluidos corporales del ser humano. Una importante razón para desarrollar biomarcadores de la exposición es obtener una estimación de la dosis interna de un determinado agente. Este enfoque es especialmente útil cuando es posible que existan múltiples vías de exposición (p. ej., inhalación y absorción de la piel), cuando se utilizan prendas de protección de manera intermitente o cuando las condiciones de la exposición son imprevisibles. El control biológico puede ser especialmente útil cuando se sabe que los agentes de interés tienen una vida media biológica relativamente largas. Desde el punto de vista estadístico, las ventajas del control biológico frente al control ambiental pueden observarse hasta con agentes que tienen una vida media de tan sólo diez horas, dependiendo del grado de variabilidad ambiental
(Droz y Wu 1991). La larga vida media de materiales como las dioxinas cloradas (medidas en años) convierten a estos compuestos en candidatos ideales para el control biológico. Al igual que con los métodos analíticos para la medición de las concentraciones atmosféricas, deben tenerse en cuenta las posibles interferencias. Por ejemplo, antes de utilizar un determinado metabolito como biomarcador, debe determinarse si otras sustancias comunes, como las contenidas en ciertas medicaciones o en el humo del tabaco, podrían metabolizarse para formar ese mismo metabolito. En general, el uso del control biológico para la evaluación de la exposición exige conocimientos básicos de farmacocinética.

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