jueves, 23 de mayo de 2013

Confidencialidad y derecho a la intimidad

La salud de los trabajadores determina en gran medida la productividad y la vitalidad de las organizaciones, pero, en esencia, es una cuestión personal. La empresa u organización de trabajadores que desee ofrecer asesoramiento y educación sani- taria debe incorporar a los programas procedimientos que garan- ticen la confidencialidad y derecho a la intimidad. Los trabajadores estarán dispuestos a participar voluntariamente en tales programas si se convencen de que la información personal sobre su salud no será revelada a terceros sin su permiso. Para ellos y para sus representantes es fundamental que los datos obtenidos en los programas de mejora de la salud no se tengan en cuenta de ningún modo en la evaluación de su actuación en el puesto de trabajo ni en las decisiones de contratación, despido y ascenso.

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