sábado, 8 de diciembre de 2012

Tratamiento

El tratamiento local de una dermatitis aguda vesiculosa consiste en la aplicación,3ó4 veces al día durante 15-30 minutos, de una compresa empapada en solución salina, solución de Burow o agua corriente templadas. Tras la colocación de las compresas debe aplicarse un corticosteroide tópico potente. Cuando la dermatitis mejora y se secan las lesiones, las compresas húmedas se aplican a intervalos cada vez mayores y se acaban retirando, y se disminuye progresivamente la potencia del corticosteroide según la parte del cuerpo tratada. Si la dermatitis es intensa o diseminada, el mejor tratamiento se realiza por vía oral con prednisona, 0,5 a 1,0 mg/kg/día durante dos o tres semanas. Según el estado clínico del paciente, se administran antihistamínicos sistémicos de primera generación para sedarlo y aliviar el prurito. La dermatitis subaguda suele responder a las cremas de corticosteroides de potencia media aplicadas dos a tres veces al día, a menudo combinadas con medidas protectoras como la utilización de guantes de algodón bajo los guantes de goma o de vinilo cuando no puede evitarse el contacto con los agentes irritantes o los alergenos. La dermatitis crónica se trata con pomadas de corticosteroides y la aplicación frecuente de emolientes, cuanto más grasos, mejor. En los casos de dermatitis persistente puede ser necesario el tratamiento con psoralenos y la fototerapia con rayos ultravio- leta A (PUVA), o con inmunosupresores sistémicos como la azatioprina (Guin 1995). En todos los casos hay que evitar estrictamente las sustancias causales. Para el trabajador resulta más fácil mantenerse alejado de las mismas si recibe información escrita con los nombres, sinónimos, fuentes de exposición y patrones de las reacciones cruzadas. Este folleto deberá ser claro y conciso y en su redac- ción deberán emplearse términos que el paciente entienda sin dificultad.

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