domingo, 6 de mayo de 2012

Tipo de piel.

La mayoría de las pieles de color negro o orientales parecen más resistentes a los efectos de los irritantes de contacto que la piel de la mayoría de las razas caucasianas. Enfermedad previa. Los trabajadores propensos a los problemas alérgicos (con antecedentes de atopia manifestada por eccema, asma o rinitis alérgica) muestran más propensión a desarrollar dermatitis de contacto por irritantes. La psoriasis y el liquen plano pueden agravarse por la fricción o los traumatismos reiterados; este fenómeno se denomina Furorueno de Koebner. Si estas lesiones se limitan a las palmas de las manos, puede ser difícil distinguirlas de la dermatitis de contacto por irritantes crónica. Temperatura y humedad. En condiciones de calor extremo, los trabajadores suelen olvidarse de los guantes y de otras ropas de protección adecuadas. La humedad elevada reduce la eficacia de la barrera epidérmica, mientras que las situaciones de sequedad y frío favorecen la formación de grietas y de fisuras.

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