lunes, 30 de noviembre de 2009

Teorías etiológicas primarias: Bioaerosoles

Varios estudios han sugerido que los bioaerosoles pueden contribuir a las molestias en los centros de trabajo. Pueden actuar por varios mecanismos diferentes: emisiones irritantes; liberación de fragmentos, esporas o microorganismos viables que ocasionan alergia y secreción de toxinas complejas. Los datos existentes que respaldan esta teoría son aún menores. No obstante, es evidente que los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado pueden ser fuentes de microorganismos.
También se han identificado en materiales de construcción de edificios (como consecuencia de un proceso incorrecto), como resultado de entradas de agua no deseadas y en el polvo de las oficinas. Otra posible fuente de exposición es la presencia de sensibilizantes en el entorno de las oficinas, como ácaros del polvo o caspa de gato traídos del domicilio en la ropa. En la medida en que los agentes biológicos contribuyan a este problema, la gestión de la suciedad y las aguas se convierte en una estrategia fundamental de control.
Por otra parte, pueden encontrarse hongos toxigénicos en otros productos porosos presentes en los edificios, como las tejas, las espumas aislantes y las viguetas de madera. Especialmente en los entornos residenciales, se ha observado una relación entre la proliferación de estos hongos debido a un control incorrecto de la humedad y los síntomas de este trastorno.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Teorías etiológicas primarias: Disolventes orgánicos

Para la eliminación de los contaminantes presentes en los edificios se ha confiado siempre en estrategias generales de dilución, pero los diseñadores han asumido que las personas eran la principal fuente de sustancias contaminantes. Más recientemente, se ha reconocido la contribución de las emisiones de “materiales sólidos” (como las mesas de conglomerado, las moquetas y otros elementos del mobiliario), de productos húmedos (como pegamentos, pinturas de paredes, tóner de máquinas de oficina) y de productos personales (perfumes) a una mezcla compleja de contaminantes individuales a niveles muy reducidos (resumido en Hodgson, Levin y Wolkoff 1994).
Diversos estudios sugieren que la presencia de compuestos orgánicos volátiles reactivos, como aldehídos e hidrocarburos halogenados, se asocia a niveles crecientes de síntomas. Las oficinas con mayores índices de quejas han sufrido una “pérdida” de COV entre el aire que entra y el que sale mayor que las oficinas con menos quejas. En un estudio prospectivo realizado en colegios, se relacionó el desarrollo de síntomas con COV de cadena corta. En otra encuesta, se asociaron con niveles de síntomas más altos las muestras personales más elevadas de COV utilizando un medidor selectivo de muestras que “sobrerreacciona” a los COV reactivos, como los aldehídos y los hidrocarburos halogenados. En dicho estudio, las mujeres tenían mayores niveles de COV en su zona de respiración, lo que sugiere otra posible explicación del mayor índice de quejas entre las mujeres. Los COV podrían adsorberse a los recovecos, como las superficies lanosas, y pasar nuevamente a la atmósfera
a partir de esas fuentes secundarias. También respalda esta hipótesis la interacción del ozono con COV relativamente no irritantes para formar aldehídos.
La existencia de múltiples fuentes potenciales, la concordancia entre los efectos en la salud de los COV y los síntomas del SEE y los conocidos problemas relacionados con los sistemas de ventilación convierten a los compuestos orgánicos volátiles en agentes etiológicos atractivos. Otras soluciones, aparte de las mejoras en el diseño y el funcionamiento de los sistemas de ventilación, son la elección de contaminantes de emisiones redu- cidas, una limpieza más profunda y la prevención de la “química de interiores”.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Factores no profesionales en las enfermedades profesionales de la piel: Situaciones cutáneas previas Y Acné.

Varias enfermedades no profesionales que afectan a la piel pueden empeorar por diversos factores de exposición laboral.

Acné. El acné del adolescente suele empeorar por la exposición a maquinaria, a aceites y al alquitrán. En estas personas, los aceites insolubles, diversas fracciones del alquitrán, la grasas y los agentes químicos productores de cloracné son claros factores de riesgo.

Eccemas crónicos. La detección de la causa de un eccema crónico que afecta a las manos y a veces, a otras localizaciones distantes, puede ser difícil. La dermatitis alérgica, el ponfólix, el eccema atópico, la psoriasis pustulosa y las infecciones fúngicas son algunos ejemplos. Cualquiera que sea la situación, la erup- ción puede empeorar a causa de una gran cantidad de agentes químicos irritantes como plásticos, disolventes, líquidos para corte y limpiadores industriales, así como por la humedad prolongada. Los trabajadores obligados a continuar en el mismo puesto sufrirán muchas molestias y es probable que disminuya su eficiencia.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Factores no profesionales en las enfermedades profesionales de la piel

Si se tienen en cuenta las numerosas causas directas de enfermedades cutáneas profesionales mencionadas anteriormente, se comprende fácilmente que, en la práctica, en cualquier tipo de trabajo existen peligros evidentes y, con frecuencia, ocultos. Debe prestarse atención también a los factores predisponentes o indi- rectos. La predisposición puede heredarse y relacionarse con el color y el tipo de piel o puede representar un defecto cutáneo adquirido por otras exposiciones. Con independencia de la causa, algunos trabajadores toleran peor los materiales o las condiciones de trabajo en el ambiente laboral. En las grandes plantas indus- triales, los programas médicos y de higiene pueden ofrecer la oportunidad de colocar a estos empleados en situaciones laborales que no alteren más su salud. En las industrias pequeñas, sin embargo, a veces no se presta una atención médica adecuada a los factores causales indirectos o predisponentes.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Causas de las enfermedades profesionales de la piel: Plantas y maderas

Las plantas y las maderas suelen clasificarse como una causa aparte de enfermedad cutánea, aunque pueden también incluirse correctamente en el grupo de agentes químicos. Numerosas plantas provocan irritación mecánica y química y sensibilización alérgica, mientras que otras se caracterizan por su capacidad fotorreactiva. La familia Anacardiaceae, que incluye la hiedra, el roble y el zumaque venenosos, el aceite de cáscara de anacardo y la nuez de areca, es una causa bien conocida de dermatitis profesional debido a sus agentes activos (fenoles polihídricos). La hiedra, el roble y el zumaque venenosos son causas comunes de dermatitis de contacto alérgica. Otras plantas que se asocian a dermatitis de contacto profesionales y no profesionales son las siguientes: judías, crisantemo, lúpulo, yute, adelfas, piña, primaVera, ambrosía, jacinto y los bulbos de tulipanes. Las frutas y las verduras, como los espárragos, las zanahorias, el apio, la achi- coria, los cítricos, el ajo y las cebollas pueden producir dermatitis de contacto en recolectores, envasadores de alimentos y trabajadores de empresas de preparación de comida.
Varios tipos de madera se han relacionado con dermatosis profesionales en madereros y trabajadores de aserraderos, carpinteros y otros grupos de artesanos de la madera. Sin embargo, la frecuencia de enfermedad cutánea es muy inferior a la que tiene lugar por contacto con plantas venenosas. Es probable que algunos de los productos químicos que se emplean para conservar la madera causen más reacciones de dermatitis que las resinas oleosas que contiene la madera. Entre los conservantes que se utilizan para la protección frente a insectos, hongos y el deterioro causado por la suciedad y la humedad se encuentran los difenilos clorados, los naftalenos clorados, el naftenato de cobre, la creosota, los fluoruros, los mercuriales orgánicos, el alquitrán y algunos compuestos arsenicales; todos ellos son causas conocidas de enfermedades cutáneas profesionales.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

EQUILIBRIO Eferencias

Esta información integrada proporciona la base, no sólo de la percepción consciente de la orientación y del propio movimiento, sino también del control preconsciente de los movimientos oculares y de la postura, mediante lo que se conoce como los reflejos vestíbulooculares y vestíbuloespinales. El fin del reflejo vestíbuloocular consiste en mantener un punto estable de fijación visual durante el movimiento de la cabeza, compensando de forma automática el movimiento de ésta con un movimiento ocular equivalente en la dirección opuesta (Howard 1982). Los reflejos vestíbuloespinales contribuyen a la estabilidad y al equilibrio postural (Pompeiano y Allum 1988).

martes, 24 de noviembre de 2009

EQUILIBRIO Integración

Las interconexiones centrales dentro del sistema del equilibrio son muy complejas; la información de los órganos vestibulares de ambos oídos se combina con la información procedente de la visión y del sistema somatosensorial a varios niveles del tronco encefálico, del cerebelo y de la corteza cerebral (Luxon 1984).

lunes, 23 de noviembre de 2009

Identificación y diagnóstico

Es importante realizar un diagnóstico exacto de AO, dadas las importantes consecuencias negativas tanto de la infravaloración como de la sobrevaloración diagnóstica. En los pacientes con AO o con riesgo de desarrollarla, la identificación, la detección y el control a tiempo de las exposiciones ocupacionales que causan el asma aumentan la probabilidad de prevenirla o de obtener una recuperación completa. Esta prevención primaria reduce de forma importante los costes económicos y humanos del asma crónica discapacitante. A la inversa, dado que un diagnóstico de AO puede obligar a un cambio total de profesión, o a costosas actuaciones en el lugar de trabajo, la diferenciación exacta entre el AO y el asma no ocupacional puede prevenir costes sociales y económicos innecesarios tanto a la empresa como a los trabajadores.
Se han propuesto varias definiciones de caso de AO, adecuadas a diferentes circunstancias. Las definiciones que se consideran de utilidad para la exploración selectiva o la vigilancia del trabajador (Hoffman y cols. 1990) pueden no ser del todo aplicables desde el punto de vista clínico o con vistas a una compensación. Un consenso de investigadores ha definido el AO como una “enfermedad caracterizada por una limitación al flujo aéreo y/o hiperreactividad de la vía aérea variables, debida a causas y situaciones atribuibles a un ambiente profesional particular y no a estímulos encontrados fuera del lugar de trabajo” (Bernstein y cols. 1993). Esta definición se ha utilizado como una definición de caso médico, resumida en la Tabla 10.6 (Chan- Yeung 1995).


domingo, 22 de noviembre de 2009

Presentación clínica

El espectro de síntomas del AO es similar al del asma no ocupa- cional: sibilancias, tos, opresión torácica y disnea. En ocasiones los pacientes presentan la variante tusígena o asma nocturna. El AO ocupacional puede ser grave y discapacitante, y se han comu- nicado casos de muerte a consecuencia de esta enfermedad. El inicio del AO ocurre debido a un entorno de trabajo específico, de forma que la identificación de las exposiciones que tuvieron lugar en el momento de la aparición de los síntomas de asma es crucial para establecer un diagnóstico exacto. En el AAT, las exposiciones en el lugar de trabajo provocan un aumento significativo de la frecuencia y/o de la gravedad de los síntomas del asma preexistente.
Diversas características de la historia clínica pueden indicar la existencia de una etiología ocupacional (Chan-Yeung 1995). Los síntomas con frecuencia empeoran en el trabajo o por la noche después del trabajo, mejoran en los días libres y recidivan al regresar al trabajo. Pueden empeorar de forma progresiva hacia el final de la semana laboral. El paciente puede advertir que ciertas actividades o agentes específicos del lugar del trabajo desencadenan de forma reproducible los síntomas. La irritación ocular y la rinitis relacionadas con el trabajo pueden asociarse a síntomas asmáticos. Estos patrones sintomáticos típicos pueden estar presentes sólo en las fases iniciales del AO. Al principio de la evolución del AO es habitual la resolución parcial o total durante los fines de semana o las vacaciones, pero con las expo- siciones repetidas el tiempo necesario para la recuperación puede aumentar a una o dos semanas, o no producirse la recu- peración. La mayoría de los pacientes con AO en los que se interrumpen las exposiciones siguen teniendo asma sintomática incluso años después de que terminara la exposición, con deterioro y discapacidad permanentes. La continuación de la exposición se asocia a un mayor empeoramiento del asma. La duración breve de los síntomas y el carácter leve de los mismos en el momento de interrumpir la exposición son factores de buen pronóstico y reducen la probabilidad de que la persona sufra asma permanente.
Se han comunicado diversos patrones sintomáticos temporales característicos en el AO. Las reacciones asmáticas precoces ocurren típicamente poco después (menos de una hora) de comenzar el trabajo o la exposición específica responsable del asma. Las reacciones asmáticas tardías comienzan de 4 a 6 horas después de comenzar la exposición, y pueden durar 24 a
48 horas. Ocurren combinaciones de estos patrones en forma de reacciones asmáticas duales con resolución espontánea de los síntomas entre una reacción precoz y otra tardía, o bien como reacciones asmáticas continuas sin resolución de los síntomas entre las fases. Con excepciones, las reacciones precoces tienden a estar mediadas por IgE y las tardías suelen ser independientes de IgE.
El aumento de la HRB, medido en general mediante provocación con metacolina o histamina, se considera una característica cardinal del asma ocupacional. El curso temporal y el grado de HRB pueden ser de utilidad en el diagnóstico y la monitorización. La HRB puede disminuir a las semanas de interrumpir la exposición, aunque a menudo persiste una HRB anómala durante meses o años después de interrumpir la exposición. En los sujetos con asma ocupacional inducida por irritantes no cabe esperar que la HRB varíe con la exposición y/ los síntomas.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Causas del asma ocupacional

Se ha comunicado más de 200 agentes (sustancias específicas, profesiones o procesos industriales) causantes de AO, según datos epidemiológicos y/o clínicos. En el AO, la inflamación de las vías aéreas y la broncoconstricción pueden estar causadas por una respuesta inmunitaria a agentes sensibilizantes, por efectos irri- tantes directos o por otros mecanismos no inmunitarios. Algunos agentes (p. ej., los insecticidas organofosforados) también pueden provocar broncoconstricción por acción farmacológica directa. Se cree que la mayor parte de los agentes descritos inducen una respuesta de sensibilización. Los irritantes respiratorios a menudo empeoran los síntomas en los trabajadores con asma preexistente (es decir, AAT) y, a niveles elevados de exposición, pueden causar una nueva aparición de asma (denominada síndrome de disfunción reactiva de las vías aéreas (SDRVA) o asma inducida por irritantes) (Brooks, Weiss y Bernstein 1985; Alberts y Do Pico 1996). El AO puede aparecer con o sin un período de latencia. El período de latencia hace referencia al tiempo que transcurre entre la exposición inicial y el desarrollo de síntomas, y es sumamente variable. A menudo es inferior a 2 años, pero en cerca del 20 % de los casos es de 10 o más años. El AO con latencia suele estar causada por sensibilización a uno o más agentes. El SDRVA es un ejemplo de AO sin latencia.
Los agentes sensibilizantes de alto peso molecular (5.000 dal- tons (Da) o más) a menudo actúan mediante un mecanismo dependiente de IgE. Los agentes sensibilizantes de bajo peso molecular (menos de 5.000 Da), entre los que se incluyen sustan- cias químicas altamente reactivas como los isocianatos, pueden actuar a través de mecanismos dependientes de IgE o pueden actuar como haptenos, combinándose con proteínas corporales. Una vez que un trabajador se sensibiliza a un agente, la reexpo- sición (a menudo a niveles muy inferiores al que causó la sensibi- lización) provoca una respuesta inflamatoria de las vías aéreas, con frecuencia asociada a un aumento de la limitación al flujo aéreo y a una hiperactividad bronquial inespecífica (HRB).
En estudios epidemiológicos sobre el AO, las exposiciones en el lugar de trabajo son de forma constante los determinantes más potentes de la prevalencia del asma, y el riesgo de desarro- llar AO con latencia tiende a incrementarse con la intensidad estimada de la exposición. En estudios de agentes que actúan mediante un mecanismo dependiente de IgE, la atopia es un determinante importante y el tabaco un determinante algo menos constante de aparición de asma. Ninguno de los dos parece ser un determinante importante en los estudios de agentes que actúan mediante mecanismos independientes de IgE.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Cáncer infantil

Aunque todavía no se han identificado sustancias concretas, se han vinculado algunas exposiciones profesionales parentales con cáncer infantil. El período de latencia para que se declare una leucemia infantil puede ser de dos a 10 años después del inicio de la exposición, lo cual indica que las exposiciones en el útero o en el primer período postnatal pueden ser causa de dicha enfermedad. Provisionalmente se ha asociado la exposición a diversos plaguicidas organoclorados (BHC, DDT, clordano) con la leucemia, aunque estos datos no se han confirmado en estudios más detallados. Además, se ha documentado el elevado riesgo de cáncer y leucemia a que están expuestos los hijos de padres que trabajan con plaguicidas y compuestos y vapores químicos (O’Leary y cols. 1991). Asimismo, el riesgo de sarcoma óseo de Ewing durante la infancia se ha asociado con el trabajo familiar en la agricultura o con la exposición a herbicidas y plaguicidas (Holly y cols. 1992).

jueves, 19 de noviembre de 2009

Humo de tabaco ambiental: Exposición a radiaciones

La exposición a radiaciones ionizantes es un peligro para la salud bien establecido, generalmente como resultado de una exposición intensa, sea accidental o con fines médicos. Puede dañar las activas células en fase de proliferación y, por tanto, resultar muy nociva para el feto o el recién nacido en desarrollo. La exposición necesaria para establecer un diagnóstico por rayos X suele ser de muy bajo nivel y se considera inocua. Una fuente potencial de exposición a radiaciones ionizantes en el hogar es el radón, gas presente en las formaciones rocosas de ciertas regiones geográficas.
Son efectos prenatales y postnatales de la radiación el retraso mental, la merma de la inteligencia, el retraso en el desarrollo, las malformaciones congénitas y el cáncer. La exposición a dosis elevadas de radiaciones ionizantes se asocia también con una mayor frecuencia de cáncer. La incidencia de esta exposición depende de la dosis y la edad; en efecto, el máximo riesgo relativo de cáncer de mama observado (~9) se da entre mujeres expuestas precozmente a radiaciones ionizantes.
Recientemente se ha prestado atención a los posibles efectos de las radiaciones no ionizantes o campos electromagnéticos (EMF). El fundamento de la relación entre la exposición a EMF y el cáncer todavía no se conoce, y las pruebas epidemiológicas son poco claras. No obstante, en varios estudios internacionales se ha documentado una relación entre EMF y leucemia y cáncer de mama en el varón.
La exposición infantil excesiva a la luz solar se ha asociado con cáncer de piel y melanoma (Marks 1988).

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Humo de tabaco ambiental

El humo de tabaco ambiental (HTA) es una combinación de humo exhalado y humo emitido por la brasa del cigarrillo. Aunque el HTA no es por sí solo fuente de exposición profesional que pueda afectar al neonato, se estudia aquí por su potencial para afectar adversamente a la salud y porque es buen ejemplo de otras exposiciones a aerosoles. La exposición de los no fumadores al HTA suele describirse como consumo de tabaco pasivo o involuntario. La exposición prenatal al HTA se asocia claramente con deficiencias o deterioros del desarrollo fetal. Es difícil diferenciar los resultados postnatales de los efectos del HTA en el período prenatal, puesto que el consumo de tabaco por parte de los padres raramente se limita a uno u otro de estos períodos. Sin embargo, hay pruebas que apoyan una relación entre exposición postnatal al HTA y patologías respiratorias y deterioro de la función pulmonar. La similitud de estas observaciones con la experiencia de los adultos refuerza la asociación.
El HTA está bien caracterizado y se ha estudiado ampliamente desde el punto de vista de la exposición humana y los efectos sobre la salud. Es cancerígeno para el hombre (US Environmental Protection Agency 1992). La exposición al HTA puede evaluarse midiendo las concentraciones de nicotina (un componente del tabaco) y cotinina (su principal metabolito), en líquidos biológicos, como la saliva, sangre y orina. También se ha detectado nicotina y cotinina en la leche materna. La cotinina se ha detectado en sangre y orina de lactantes expuestos al HTA sólo por intermedio de la leche materna (Charlton 1994; National Research Council 1986).
Se ha establecido con claridad que la exposición neonatal al HTA es consecuencia del consumo de tabaco paterno y materno en el hogar. La madre fumadora es la fuente de exposición más importante. Así, en varios estudios se ha demostrado que la concentración urinaria de cotinina en niños tiene correlación con el número de cigarrillos diarios consumidos por la madre (Marbury, Hammon y Haley 1993). Las principales vías de exposición del neonato al HTA son la respiración y la dieta (por medio de la leche materna). Las guarderías representan otra fuente potencial de exposición, pues en muchas de ellas no se ha establecido una política de limitación del consumo de tabaco
(Sockrider y Coultras 1994).

La hospitalización por afecciones respiratorias es más común entre recién nacidos de padres fumadores. Además, la duración de las estancias en el hospital es mayor entre lactantes expuestos al HTA. En términos causales, la exposición al HTA no se ha asociado con enfermedades respiratorias concretas. No obstante, hay pruebas de que el consumo de tabaco pasivo incrementa la gravedad de enfermedades previas, como bronquitis y asma (Charlton 1994; Chilmonczyk y cols. 1993; Rylander y cols.
1993). Los niños y lactantes expuestos al HTA sufren también con mayor frecuencia infecciones respiratorias. Además, los padres fumadores que padecen enfermedades respiratorias pueden transmitir la infección a sus hijos con la tos.
Los niños expuestos al HTA después del nacimiento sufren pequeñas deficiencias de la función pulmonar que parecen inde- pendientes de la exposición prenatal (Frischer y cols. 1992). Aunque las alteraciones vinculadas con el HTA son pequeñas (disminución del 0,5 % anual del volumen pulmonar de reserva) y se trata de efectos sin trascendencia clínica, son sugestivos de cambios en las células del pulmón en desarrollo que podrían suponer riesgos en el futuro. El consumo de tabaco por parte de los padres se ha asociado también con un mayor riesgo de otitis media o supuración del oído medio entre la lactancia y los nueve años; esta afección es causa común de sordera infantil, y puede retrasar la educación. Esta asociación está apoyada por estudios que atribuyen un tercio de todos los casos de otitis media al consumo de tabaco por parte de los padres (Charlton 1994).

martes, 17 de noviembre de 2009

Prevención primaria: Posturas en el trabajo y Movimientos

  • Posturas en el trabajo: Dado que la compresión de los tendones del hombro se produce a los 30 grados de elevación (abducción) del hombro, se diseñará el trabajo de modo que se procure mantener la parte superior del brazo próxima al tronco.

  • Movimientos: Las elevaciones repetitivas del brazo pueden desencadenar una tendinitis del hombro, por lo que se deberá diseñar el trabajo de forma que se eviten los movimientos muy repetitivos del brazo.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Patogenia de la artrosis: Prevención primaria

La prevención de los trastornos musculosqueléticos del hombro relacionados con el trabajo se puede lograr mejorando las posturas del trabajo, los movimientos, el manejo del material y la organización del trabajo, y eliminando los factores externos peligrosos, como las vibraciones en mano-brazo o en todo el cuerpo. Una metodología que puede resultar ventajosa para mejorar las condiciones ergonómicas del trabajo es la ergonomía participativa, con un enfoque macroergonómico.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Patogenia de la artrosis: Tratamiento y prevención

En esta sección se considera el tratamiento no médico de los tras- tornos del hombro. Si se considera que la tendinitis es debida a una elevada carga local sobre el hombro, será necesario un cambio en el diseño del puesto de trabajo o de la tarea a desempeñar. El antecedente de tendinitis del hombro hace que un trabajador que realiza un trabajo repetitivo o encima de la cabeza sea propenso a una recaída. Debe reducirse al mínimo la carga sobre la articulación artrósica mediante la optimización ergonómica del trabajo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Horas de trabajo de los trabajadores japoneses

Se sabe que los empleados japoneses trabajan muchas más horas que sus colegas de los países industrializados occidentales. En 1993, la jornada anual normal de los trabajadores de producción fue de 2.017 horas en Japón, mientras que en Estados Unidos fue de 1.904 horas, en Francia de 1.763 horas y en el Reino Unido, de 1.769 horas (OIT 1995). Sin embargo, en Japón se está produ- ciendo una reducción paulatina de las jornadas de trabajo. En 1960, el promedio de horas trabajadas en las empresas de 30 o más trabajadores fue de 2.484 horas, pero en 1994 había disminuido a 1.957 horas. El artículo 32 de la Ley de reglamentación laboral, que fue revisado en 1987, establece una semana de
40 horas. Se prevé que esta jornada se introduzca progresiva- mente durante el decenio de 1990. En 1985, se concedió la semana de 5 días laborables al 27 % de los trabajadores de empresas con plantillas de 30 empleados o más; en 1993, alcan- zaba ya al 53 % de ellos. El trabajador medio tenía derecho a 16 días de vacaciones pagadas en 1993, pero en realidad sólo disfrutaba de 9 días por término medio. En Japón, los días de vacaciones pagadas son pocos, y los trabajadores tienden a destinarlos a cubrir los días de baja por enfermedad.
¿Por qué trabajan tantas horas los japoneses? Deutschmann (1991) señaló tres condiciones estructurales subyacentes al patrón actual de jornada laboral prolongada en Japón. En primer lugar, la necesidad permanente de los trabajadores de mejorar sus ingresos; en segundo, la estructura centrada en la empresa de las relaciones laborales, y en tercero, el estilo holís- tico de la gestión de personal en el país. Estas condiciones se deben a factores históricos y culturales. En 1945, Japón sufrió la primera derrota de su historia y, después de la guerra, fue un país de bajos salarios. Los japoneses se acostumbraron a trabajar muchas horas para subsistir. Puesto que los sindicatos colaboran con las empresas, los conflictos laborales son relativamente raros. Las empresas del país adoptaron un sistema de salarios basado en la antigüedad y en el empleo fijo. El número de horas mide la lealtad y la cooperación del trabajador y se convierte en un criterio de promoción. Los trabajadores no son obligados a trabajar muchas horas, sino que desean trabajar para sus empresas, como si fueran su propia familia. La vida laboral tiene prioridad sobre la familiar. Estas jornadas tan largas han contribuido al espectacular desarrollo económico de Japón.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Conducta de comportamiento tipo A en Japón

Friedman y Rosenman (1959) propusieron el concepto de patrón de comportamiento tipo a (PCTA). Son muchos los estudios en los que se ha demostrado una relación entre el PCTA y la preva- lencia o incidencia de cardiopatía coronaria (CC).
Hayano y cols. (1989) investigaron las características del PCTA en trabajadores japoneses usando la encuesta de acti- vidad de Jenkins (JAS). En su trabajo, analizaron las respuestas de 1.682 empleados varones de una compañía telefónica. La estructura de factores de la JAS en esta población fue, en muchos aspectos, similar a la encontrada en el Western Collaborative Group Study (WCGS). Sin embargo, la puntuación media del factor H (dedicación y competitividad) fue considerable- mente inferior en los japoneses que en la población del WCGS Monou (1992) revisó la investigación del PCTA realizada en Japón y llegó a las siguientes conclusiones: en Japón, el PCTA es menos prevalente que en Estados Unidos; en ese país, la relación entre el PCTA y la cardiopatía coronaria parece ser significativa, pero más débil que en Estados Unidos; en los japoneses, el PCTA se caracteriza más que en Estados Unidos por la adición al trabajo y la “capacidad de dirección del grupo”; el porcentaje de individuos muy hostiles es menor en Japón; no hay relación entre la hostilidad y la CC.
La cultura japonesa es muy distinta a la de los países occidentales. Se encuentra muy influida por el budismo y el confucio- nismo En términos generales, los trabajadores japoneses están centrados en la organización, y se presta más importancia a la cooperación con los colegas que a la competencia. En Japón, la competitividad es un factor menos importante en las conductas propensas a la isquemia miocárdica que la dedicación al puesto de trabajo o la tendencia al exceso de trabajo. La sociedad japonesa suprime la expresión directa de la hostilidad. Esta se expresa de distinta forma que en las sociedades occidentales.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Patogenia de la artrosis : Prevención primaria

La prevención de los trastornos musculosqueléticos del hombro relacionados con el trabajo se puede lograr mejorando las posturas del trabajo, los movimientos, el manejo del material y la organización del trabajo, y eliminando los factores externos peli- grosos, como las vibraciones en mano-brazo o en todo el cuerpo. Una metodología que puede resultar ventajosa para mejorar las condiciones ergonómicas del trabajo es la ergonomía participativa, con un enfoque macroergonómico.

• Posturas en el trabajo: Dado que la compresión de los tendones del hombro se produce a los 30 grados de elevación (abducción) del hombro, se diseñará el trabajo de modo que se procure mantener la parte superior del brazo próxima al tronco.
• Movimientos: Las elevaciones repetitivas del brazo pueden desencadenar una tendinitis del hombro, por lo que se deberá diseñar el trabajo de forma que se eviten los movimientos muy repetitivos del brazo.
• Manejo del material: El manejo de herramientas y objetos puede provocar cargas intensas sobre los tendones y músculos del hombro. Las herramientas y objetos sujetos por la mano tendrán el menor peso posible y se utilizarán con soportes para ayudar a levantarlas.
• Organización del trabajo: La organización del trabajo se diseñará de forma que permita pausas y descansos. Las vacaciones, las rotaciones y la ampliación del trabajo son todas ellas técnicas que pueden evitar la carga repetitiva de músculos o estructuras aislados.
• Factores externos: La vibración y otros impactos de las herra- mientas eléctricas pueden ocasionar distensiones tanto de los tendones como de las estructuras articulares, aumentando el riesgo de artrosis. Se reducirán al mínimo los niveles de vibra- ción de las herramientas eléctricas y se evitarán la vibración y otros tipos de exposición a impactos utilizando diferentes tipos de soporte o palancas. Las vibraciones de todo el cuerpo pueden causar contracciones reflejas de los músculos del hombro y aumentar la carga sobre él .
• Ergonomía participativa: Este método implica a los propios trabajadores en la definición de los problemas y sus soluciones, y en la evaluación de éstas. La ergonomía participativa comienza a partir de una visión macroergonómica, que implica el análisis de todo el sistema de producción. Los resultados de este análisis podrían dar lugar a cambios a gran escala en los métodos de producción, cambios que podrían aumentar tanto la salud y la seguridad como el beneficio y la productividad. Elanálisis podría llevar también a cambios en menor escala, como el diseño de los puestos de trabajo.
• Exámenes precolocación: La información disponible actualmente no apoya la idea de que la selección de precolocación sea eficaz para reducir la aparición de trastornos del hombro relacionados con el trabajo.
• Control y vigilancia médicos: La vigilancia de los síntomas del hombro se realiza fácilmente mediante cuestionarios normalizados y visitas de inspección de los centros de trabajo.

El modelo de Karasek y el karoshi

Según el modelo demanda-control de Karasek (1979), un empleo que entraña una alta tensión —en el que se da una combinación de demanda elevada y bajo control (amplitud del margen de toma de decisiones)— aumenta el riesgo de tensión psicológica y enfermedad física; un empleo activo —que combine una gran demanda y un gran control— exige una motivación de aprendi- zaje para desarrollar nuevos patrones de comportamiento. Uehata (1991b) señaló que puestos de trabajo de los casos de karoshi se caracterizaban por un mayor grado de demanda laboral y un menor apoyo social, mientras que el grado de control sobre el trabajo era muy variable. Según su descripción, los casos de karoshi eran trabajadores entusiastas y dedicados, por lo que tendían a olvidar su necesidad de descanso periódico, e incluso la necesidad de atención médica. Se ha sugerido que el riesgo puede ser alto no sólo en los puestos de trabajo que generan gran tensión, sino también en los más activos. Los direc- tivos y técnicos tienen un gran margen de toma de decisiones. Si sus demandas son muy altas y se muestran entusiastas en su trabajo, pueden no controlar sus horas de trabajo, en cuyo caso serían un grupo de riesgo para el karoshi.