martes, 12 de agosto de 2008

Características de las partículas

Muchas propiedades de las partículas, aparte del tamaño lineal, pueden influir de manera importante en su comportamiento en el aire y sus efectos sobre el medio ambiente y la salud. Estas propiedades son:

Superficie.Para las partículas esféricas, la superficie varía según el cuadrado del diámetro. Sin embargo, para un aerosol con una concentración de masa dada, la superficie total del aerosol aumenta de manera inversamente proporcional al tamaño de las partículas. Para las partículas no esféricas o agregadas, y para las partículas con hendiduras o poros internos, la relación de la superficie respecto al volumen puede ser mucho mayor que para las esferas.

Volumen. El tamaño de las partículas varía según el cubo del diámetro; por tanto, las pocas partículas más grandes de un aerosol tienden a dominar su concentración de volumen (o masa).
Forma. La forma de una partícula afecta a su resistencia aerodinámica además de a su área de superficie y, por tanto, a sus probabilidades de movimiento y depósito.
Densidad. La velocidad de una partícula en respuesta a fuerzas gravitatorias o de inercia aumenta según la raíz cuadrada de su densidad.

Diámetro aerodinámico. El diámetro de una esfera de densidad uno que tiene la misma velocidad de sedimentación terminal que la partícula en estudio es igual a su diámetro aerodinámico. La velocidad de sedimentación terminal es la velocidad de equilibrio de una partícula que está cayendo bajo la influencia de la gravedad y la resistencia de los líquidos. El diámetro aerodiná- mico está determinado por el tamaño real de la partícula, por su densidad y por un factor de forma aerodinámico

lunes, 11 de agosto de 2008

Aerosoles

Los aerosoles, dispersiones de partículas sólidas o líquidas en el aire, tienen la variable adicional muy importante del tamaño de las partículas. El tamaño afecta al movimiento de las partículas y, por tanto, a las probabilidades de que tengan lugar fenómenos físicos como coagulación, dispersión, sedimentación, impactación en las superficies, fenómenos de interfase y propiedades de disper- sión de la luz. No es posible identificar una partícula dada por un único parámetro del tamaño. Por ejemplo, las propiedades aerodinámicas de una partícula dependen de la densidad y la forma, además de las dimensiones lineales, y el tamaño eficaz para la dispersión de la luz depende del índice de refracción y de la forma.
En algunos casos especiales, prácticamente todas las partículas tienen el mismo tamaño. Estos aerosoles se consideran monodispersos. Algunos ejemplos son los pólenes naturales y algunos aerosoles fabricados en laboratorios. Con mayor frecuencia, los aerosoles están compuestos de partículas de tamaños muy diferentes, por lo que se denominan heterodispersos o polidispersos. Diferentes aerosoles tienen diferentes grados de dispersión por tamaño. Por consiguiente, es necesario especificar al menos dos parámetros para identificar el tamaño de un aerosol: una medida de la tendencia central, como la media o la mediana, y una medida de la dispersión, como la desviación aritmética o geométrica estándar.
Las partículas generadas por una única fuente o proceso generalmente tienen diámetros que siguen una distribución logarítmica normal; es decir, los logaritmos de sus diámetros individuales presentan una distribución gaussiana. En este caso, la medida de dispersión es la desviación geométrica estándar, que es la relación del tamaño del percentil 84,1 con el tamaño del percentil 50. Cuando hay más de una fuente de partículas importante, generalmente el aerosol mixto resultante no seguirá una distribución logarítmica normal, y podría ser necesario caracterizarlo por la suma de varias distribuciones.

domingo, 10 de agosto de 2008

El hipotálamo y la hipófisis (II)




La prolactina, la hormona estimulante del folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH) son tres hormonas proteicas segregadas por la hipófisis anterior que son esenciales para la reproducción. Desempeñan un papel crítico en el mantenimiento del ciclo ovárico, dirigiendo el reclutamiento y la maduración
folicular, la esteroidogénesis, la finalización de la maduración de los ovocitos, la ovulación y la luteinización. El control preciso y afinado del sistema reproductor se lleva a cabo en la hipófisis anterior como respuesta a señales de retroalimentación positivas y negativas de las gónadas. La liberación adecuada de FSH y LH durante el ciclo ovárico controla el desarrollo folicular normal, y su ausencia causa amenorrea y atrofia gonadal. Las gonadotropinas desempeñan un papel crítico en la iniciación de cambios en la morfología del folículo ovárico y en sus microambientes esteroideos mediante la estimu- lación de la producción de esteroides y la inducción de poblaciones de receptores. La liberación precisa y adecuada de estas gonadotropinas también es esencial para los episodios ovulatorios y el desarrollo de una fase lútea funcional. Dado que las gonadotropinas son esenciales para la función ovárica, la altera ción de su síntesis, almacenamiento o secreción puede afectar seriamente la capacidad reproductiva. La interferencia de la expresión génica, tanto en las fases de transcripción o traducción como en las posteriores de traducción o empaquetamiento, o en los mecanismos de secreción, puede modificar el nivel de gonadotropinas que llegan a las gónadas. Sustancias químicas que actúan por semejanza estructural o por alteración de la homeostasia endocrina pueden producir efectos por interferencia con los mecanismos normales de retroalimentación. Los antagonistas y agonistas de los receptores esteroideos pueden iniciar una liberación inadecuada de gonadotropinas hipofisarias, induciendo de esta forma enzimas que metabolizan los esteroides, con la reducción consiguiente de la vida media de éstos y, por tanto, del nivel de esteroides circulantes que llegan a la hipófisis.

sábado, 9 de agosto de 2008

El hipotálamo y la hipófisis (I)


El hipotálamo se localiza en el diencéfalo, que se ubica sobre el tronco del encéfalo y está rodeado por los hemisferios cerebrales. El hipotálamo es el intermediario principal entre los sistemas nervioso y endocrino, los dos principales sistemas de control del organismo. Regula la hipófisis y la producción hormonal.
La función reproductiva del hipotálamo puede resultar alterada por cualquier episodio que sea capaz de modificar la frecuencia o amplitud de la liberación pulsátil de hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). Los procesos que pueden resultar afectados químicamente son los que intervienen en la síntesis y secreción de GnRH, específicamente los de transcripción o traducción, empaquetamiento o transporte axonal y los mecanismos de secreción. Todos ellos representan puntos en los que compuestos químicamente reactivos de acción directa pueden interferir con la síntesis o la liberación hipotalámicas de GnRH. La alteración de la frecuencia o amplitud del pulso de GnRH puede ser secundaria a trastornos de las vías estimuladoras o inhibidoras que regulan la liberación de GnRH. Al investigar la regulación del generador de pulsos de GnRH, se ha demostrado que las catecolaminas, la dopamina, la serotonina, el ácido -aminobutírico y las endorfinas son capaces de alterar la liberación de GnRH. Por tanto, las sustancias xenobióticas que sean agonistas o antagonistas de estos compuestos podrían modificar la liberación de GnRH, interfiriendo así en la comuni- cación con la hipófisis.

viernes, 8 de agosto de 2008

LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA REPRODUCTOR FEMENINO Y LA VULNERABILIDAD DE LOS ORGANOS DIANA

El sistema reproductor femenino está controlado por elementos del sistema nervioso central (SNC), como el hipotálamo y la hipófisis. Está constituido por los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y la vagina (Figura 9.4). Los ovarios, que son las gónadas femeninas, son la fuente de los ovocitos y también sintetizan y segregan estrógenos y progestágenos, las principales hormonas femeninas. Las trompas de Falopio transportan los ovocitos desde el ovario hasta el útero y el esperma desde el útero hacia los ovocitos. El útero es un órgano muscular piriforme, cuya región superior comunica con la cavidad abdominal a través de las trompas de Falopio, mientras que su región inferior se continúa, a través del estrecho conducto del cuello uterino, con la vagina, que se comunica con el exterior. La Tabla 9.3 resume los compuestos,manifestaciones clínicas, lugar y mecanismo de acción de las sustancias tóxicas reproductivas potenciales.

jueves, 7 de agosto de 2008

Trastornos renales y urinarios no malignos: La diabetes insípida nefrógena,

La diabetes insípida nefrógena, el proceso en el que la orina aparece diluida, puede ser genética o adquirida. En la forma genética existen mutaciones de los receptores de ADH situados en la membrana lateral basal de los conductos colectores, en el asa descendente de Henle. La ADH ajusta delicadamente la reabsorción de agua y determinados iones, como el potasio. La diabetes insípida adquirida puede afectar a las células tubulares o al intersticio asociado; ambas estructuras pueden verse afectadas por diferentes trastornos. La diabetes insípida nefrógena puede acompañar a una nefropatía terminal como consecuencia de una afectación intersticial difusa. Debido a ello, el intersticio no puede mantener un medio hipertónico para el desplazamiento pasivo del agua desde los túbulos colectores. Los procesos que pueden causar cambios intersticiales difusos son la pielonefritis, la anemia drepanocítica y las uropatías obstructivas. La posible relación de estos procesos con una exposición laboral es un aumento de la sensibilidad del riñón a los xenobióticos. Se ha identificado un número limitado de compuestos nefrotóxicos que atacan especialmente a las células de los túbulos colectores. Los síntomas de la diabetes insípida nefrógena son la frecuencia, la nicturia (micciones más frecuentes durante la noche) y la polidipsia (sed crónica). El movimiento de los líquidos a través de las células de los conductos colectores da lugar a la aparición de canales que se forman en respuesta a la ADH, y que alteran la función microtubular de las células; por consiguiente, fármacos como la colchicina pueden afectar a la ADH. La hidroclorotiacida y la indometacina (un inhibidor de la prostaglandina sintetasa) son dos fármacos que parecen modificar el efecto de la ADH mediante mecanismos ligeramente diferentes.
La diabetes insípida inducida por litio guarda relación con la duración del tratamiento con litio, con los niveles séricos medios de litio y con la dosis total de carbonato de litio. Hay que señalar que el litio se concentra en los conductos colectores y afecta al AMP cíclico, que forma parte de la vía de la bomba metabólica de energía. La exposición a otros compuestos como el metoxiflurano y la demeclociclina (esta última utilizada para tratar el acné) también puede producir diabetes insípida nefrógena a través de una vía alternativa que insensibiliza las células epite- liales a la ADH.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Trastornos renales y urinarios no malignos: Nefritis intersticial y tubular

Como ya se ha indicado, a menudo es difícil determinar la etiología de una nefropatía crónica terminal. Puede ser primordialmente de origen glomerular, tubular o intersticial, y aparecer como consecuencia de numerosos episodios agudos o de procesos crónicos a dosis reducidas. La nefritis intersticial crónica incluye fibrosis y atrofia tubular.
En su forma aguda, este trastorno se manifiesta por un marcado infiltrado inflamatorio con acumulación de líquido en los espacios intersticiales. La nefritis intersticial puede afectar fundamentalmente al intersticio, manifestarse como un fenómeno secundario a una lesión tubular crónica o ser consecuencia de alguna causa posrenal, como una obstrucción. La prostaglan- dina A sintetasa es una enzima que se encuentra fundamentalmente en el intersticio y guarda relación con el retículo endoplásmico, integrante de la maquinaria proteica celular. Algunos xenobióticos, como la bencidina y los nitrofuranos, son cosubstratos reductores de la prostaglandina sintetasa y resultan tóxicos para el intersticio tubular.
Las lesiones tubulares e intersticiales pueden deberse a una exposición al cadmio, el plomo o diferentes disolventes orgá- nicos. La mayoría de las exposiciones son crónicas y a dosis reducidas, y la toxicidad queda enmascarada por la capacidad de reserva y de recuperación funcional del riñón. La nefritis intersticial puede deberse también a una lesión vascular como la causada, por ejemplo, por una exposición crónica al monóxido de carbono. Las células tubulares proximales son las más vulnerables a las sustancias tóxicas de la sangre, debido a la intensa exposición a las toxinas que se filtran por el glomérulo, a los sistemas enzimáticos que activan los tóxicos y al transporte selectivo de sustancias tóxicas. El epitelio de los diferentes segmentos del túbulo proximal tiene cualidades de las peroxidasas lisosómicas y de otros compuestos de la maquinaria genética ligeramente diferentes. De este modo, la exposición al cromo puede provocar lesiones intersticiales y tubulares. Los túbulos colectores pueden quedar dañados cuando enzimas específicas activan diversos xenobióticos como el cloroformo, el paracetamol y el p-aminofenol, y antibióticos como Loradine. Un efecto secundario de la lesión de los conductos colectores es la incapacidad renal para acidificar la orina y la consiguiente aparición de una acidosis metabólica.

martes, 5 de agosto de 2008

Intoxicación aguda (II)




Los trastornos agudos relacionados con pesticidas son un fenómeno común entre los agricultores de países productores de alimentos, en los que se utilizan grandes cantidades de sustancias tóxicas como insecticidas, fungicidas, nematicidas y herbicidas. Organofosfatos, carbamatos, organoclorados, piretro, piretrina, paraquat y diquat son algunas de las principales clases de pesticidas; sin embargo, existen miles de formulaciones, que contienen cientos de principios activos. Algunos pesticidas, como el maneb, contienen manganeso, mientras que otros se disuelven en disolventes orgánicos. Además de los síntomas antes mencionados, la intoxicación aguda por organofosfatos y carbamatos puede ir acompañada de sialorrea, incon- tinencia, convulsiones, sacudidas musculares, diarrea y trastornos de la visión, así como dificultad respiratoria y taqui- cardia; estos síntomas se deben a un exceso del neurotransmisor acetilcolina, que se produce cuando estas sustancias atacan a una enzima llamada colinesterasa. La colinesterasa en sangre disminuye proporcionalmente al grado de intoxicación aguda por organofosfatos o carbamatos.
Con algunas sustancias, como los pesticidas organofosforados y el monóxido de carbono, exposiciones agudas de alto nivel pueden causar un efecto nocivo retardado en determinadas partes del sistema nervioso. Con el primero, pueden producirse entumecimiento y hormigueo, debilidad y pérdida del equilibrio algunas semanas después de la exposición, mientras que con el último puede tener lugar un deterioro neurológico retardado, con síntomas de confusión mental, ataxia, incoordinación motora y paresias. La repetición de episodios agudos de exposición a niveles altos de monóxido de carbono se ha asociado a parkinsonismo en épocas tardías de la vida. Es posible que exposiciones elevadas a determinados productos químicos neurotóxicos puedan ir asociadas a un mayor riesgo de trastornos neurodegenerativos en épocas posteriores de la vida.

lunes, 4 de agosto de 2008

Intoxicación aguda (I)

Los efectos agudos reflejan la respuesta inmediata a la sustancia química. La gravedad de los síntomas y los trastornos resultantes dependen de la cantidad que llegue al sistema nervioso. Con exposiciones leves, los efectos agudos son leves y transitorios, y desaparecen al cesar la exposición. Cefaleas, cansancio, mareos, dificultad para concentrarse, sensación de embriaguez, euforia, irritabilidad, vértigo y disminución de los reflejos son los tipos de síntomas experimentados durante la exposición a productos químicos neurotóxicos. Aunque estos síntomas son reversibles, cuando la exposición se repite día tras día, los síntomas también recurren. Además, como la sustancia neurotóxica no es eliminada inmediatamente del organismo, los síntomas persisten después del trabajo. Los síntomas comunicados en un determinado puesto de trabajo son un buen reflejo de interferencia química con el sistema nervioso y deben considerarse un signo de aviso de posible exposición excesiva; deben instaurarse medidas preven- tivas para reducir los niveles de exposición.
Si la exposición es muy elevada, como puede suceder en casos de fugas, escapes, explosiones y otros accidentes, los síntomas y signos de intoxicación son debilitantes (cefaleas intensas, confu- sión mental, náuseas, mareos, incoordinación, visión borrosa, pérdida de conciencia); si la exposición es lo bastante alta, los efectos pueden ser duraderos, conduciendo posiblemente al coma y la muerte.
Los trastornos agudos relacionados con pesticidas son un fenómeno común entre los agricultores de países produc- tores de alimentos, en los que se utilizan grandes cantidades de sustancias tóxicas como insecticidas, fungicidas, nematicidas y herbicidas. Organofosfatos, carbamatos, organoclorados, piretro, piretrina, paraquat y diquat son algunas de las principales clases de pesticidas; sin embargo, existen miles de formulaciones, que contienen cientos de principios activos. Algunos pesticidas, como el maneb, contienen manganeso, mientras que otros se disuelven en disolventes orgánicos. Además de los síntomas antes mencionados, la intoxicación aguda por organofosfatos y carbamatos puede ir acompañada de sialorrea, incontinencia, convulsiones, sacudidas musculares, diarrea y trastornos de la visión, así como dificultad respiratoria y taquicardia; estos síntomas se deben a un exceso del neurotransmisor acetilcolina, que se produce cuando estas sustancias atacan a una enzima llamada colinesterasa. La colinesterasa en sangre disminuye proporcionalmente al grado de intoxicación aguda por organofosfatos o carbamatos.

domingo, 3 de agosto de 2008

MANIFESTACIONES DE INTOXICACION

Los conocimientos actuales de las manifestaciones a corto y largo plazo de la exposición a sustancias neurotóxicas proceden de estudios con animales de experimentación y de estudios de cámara humanos, de estudios epidemiológicos de trabajadores activos y jubilados o enfermos, de estudios e informes clínicos y también de catástrofes a gran escala, como las ocurridas en Bhopal, después de un escape de metilisocianato, y en Minamata por intoxicación con metilmercurio.
La exposición a sustancias neurotóxicas puede producir efectos inmediatos (agudos) o a largo plazo (crónicos). En ambos casos, los efectos pueden ser reversibles y desaparecer con el paso del tiempo tras la reducción o el cese de la exposición, u originar una lesión permanente irreversible. La gravedad del deterioro agudo y crónico del sistema nervioso dependerá de la dosis de la exposición, referida tanto a la cantidad como a la duración. Al igual que el alcohol y las drogas, muchas sustancias neurotóxicas pueden ser inicialmente excitantes, produciendo una sensación de bienestar o euforia y/o una aceleración de las funciones motoras; a medida que aumenta la dosis, ya sea en cantidad o en tiempo, estas mismas neurotoxinas deprimirán el sistema nervioso. De hecho, un gran número de sustancias neurotóxicas, que alteran la mente y deprimen el sistema nervioso central, inducen narcosis (un estado de estupor o insensibilidad).

sábado, 2 de agosto de 2008

Diseño del trabajo


Es creencia extendida que el medio más eficaz para prevenir los trastornos lumbares relacionados con el trabajo es el diseño de éste. Una intervención ergonómica debería tener en cuenta los siguientes parámetros (mostrados en la Tabla 6.3). La mayor parte de las intervenciones ergonómicas modifican las cargas, el diseño de los objetos manipulados, las técnicas de levantamiento, la disposición del lugar de trabajo y el diseño de la tarea. La eficacia de estas medidas para controlar la aparición de dolor lumbar o de los costes médicos no se ha demostrado claramente. Quizá lo más eficaz sea reducir las cargas máximas. Se ha sugerido un método que consiste en diseñar un trabajo de modo que entre dentro de la capacidad física de un gran porcen- taje de la población trabajadora (Waters y cols. 1993). En los trabajos estáticos, puede lograrse la restauración de la movilidad mediante la reestructuración, la rotación o el enriquecimiento del puesto de trabajo.

viernes, 1 de agosto de 2008

Factores de riesgo individuales

Estatura y sobrepeso: Las pruebas de una posible relación del dolor lumbar con la estatura y el sobrepeso son contradictorias. No obstante, existen pruebas bastante convincentes de la relación entre la ciática o la hernia de disco y la talla. Las personas altas pueden tener una desventaja nutricional debida al mayor volumen del disco, y quizá presenten también problemas ergonó- micos en el lugar de trabajo.

Aptitud física: Los resultados de los estudios sobre la asociación entre aptitud física y dolor lumbar son inconstantes. El dolor lumbar es más frecuente en las personas que poseen menos fuerza que la requerida por su trabajo. En algunos estudios no se ha observado que una mala capacidad aerobia sea predictiva de un futuro dolor lumbar o de indemnizaciones por lesiones. Las personas menos aptas pueden presentar un riesgo global mayor de lesiones de espalda, pero las personas más aptas quizá padezcan las lesiones más costosas. En un estudio se observó que la buena resistencia de los músculos de la espalda prevenía la aparición inicial de dolor lumbar.

Existe una variación considerable en cuanto a la movilidad de la columna lumbar en las distintas personas. Las que tienen dolor lumbar agudo y crónico presentan una movilidad reducida, pero en estudios prospectivos la movilidad no ha resultado un factor de predicción de la incidencia de dolor lumbar. Tabaquismo: Diversos estudios han demostrado que el consumo de tabaco se asocia a un aumento del riesgo de padecer dolor lumbar y hernia de disco. El tabaquismo también parece favorecer la degeneración discal. En estudios experimentales se ha observado que el consumo de tabaco altera la nutrición del disco.

Factores estructurales: Los defectos congénitos de las vértebras, así como las diferencias de longitud entre las piernas, pueden dar lugar a cargas anormales sobre la columna. Sin embargo, tales factores no se consideran muy importantes como causa de dolor lumbar. La existencia de un canal vertebral estrecho predispone a la compresión de las raíces nerviosas y a padecer ciática.

Factores psicológicos: El dolor lumbar crónico se asocia a factores psicológicos (p. ej., depresión), pero no todas las personas que lo sufren presentan problemas psicológicos. Se han utilizado diversos métodos para diferenciar el dolor lumbar causado por factores psicológicos del ocasionado por factores físicos, pero los resultados han sido contradictorios. Los síntomas de tensión mental son más frecuentes en las personas con dolor lumbar que en las asintomáticas, e incluso parece que la tensión mental pueda ser un factor de predicción de la incidencia de dolor lumbar en el futuro.

Prevención
El conocimiento acumulado a partir de estudios epidemiológicos sobre los factores de riesgo es en gran medida cualitativo y, por tanto, sólo proporciona directrices amplias para la planificación de programas preventivos. Existen tres métodos principales para la prevención de los trastornos lumbares relacionados con el trabajo: diseño ergonómico del trabajo, educación y formación y selección del trabajador.