martes, 15 de abril de 2008

INTRODUCCION A LA FUNCION REPRODUCTORA MASCULINA Y FEMENINA

La toxicidad reproductiva presenta muchas diferencias específicas con la toxicidad relacionada con otros sistemas. Dado que la reproducción requiere la interacción entre dos personas, mientras que otras formas de toxicidad ambiental afectan típicamente al desarrollo de enfermedad en una persona expuesta, la expresión toxicidad reproductiva alude siempre a una unidad reproductiva o pareja. Este aspecto es característico, por mucho que sea obvio.
Por ejemplo, es posible que la exposición a una sustancia tóxica por parte de un miembro de una pareja reproductiva (p. ej., el varón) se manifieste como un resultado reproductivo adverso en el otro miembro de la pareja (p. ej., aumento de la frecuencia de abortos espontáneos). Cualquier intento de análisis de las causas ambientales de la toxicidad reproductiva debe tener en cuenta el dato específico de la pareja.
Existen otros aspectos característicos de la toxicología reproductiva. A diferencia de las funciones renal, cardíaca o pulmonar, la función reproductiva se desarrolla de forma intermitente. En consecuencia, las exposiciones profesionales pueden interferir con la reproducción aunque pasen desapercibidas durante los períodos en los que no se desee la fertilidad. Esta característica intermitente puede dificultar la identificación de una sustancia tóxica reproductiva para los seres humanos. Otra característica exclusiva de la reproducción, derivada directamente de esa consideración previa, es que la evaluación completa de la integridad funcional del sistema reproductor requiere que la pareja trate de conseguir un embarazo.

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